Ninguna etapa de mi vida como jugador ha sido tan memorable como la década de los 90, una época repleta de sorpresas, grandes avances, cambios, sistemas que iban y venían, la culminación del videojuego 2D y la revolución de los mundos virtuales en el salón de casa. Si tuviera que elegir mis diez juegos favoritos, probablemente once de ellos pertenecerían a los viejos sistemas de 16 y 32 bits.
Pese a todos esos grandes recuerdos, creo que la nostalgia por el pasado también puede volverse en nuestra contra, hacernos más gruñones y cascarrabias, impedirnos disfrutar de todo lo bueno a nuestro alrededor aquí y ahora. Visita www.NEWGAMEPLUS.es para leer este artículo.